La vida de una estufa de gas de exterior es muy “variable”, puede permanecer inactiva meses encerrada entre un montón de cosas en un almacén bajo capas de polvo…pasando horas de calor y humedad sin ventilación. Y de repente tener que ponerse a pleno rendimiento. A esto hemos de asociarle la famosa frase de Ortega y Gasset: «Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo», que nos indica que el entorno de la estufa va a influir en el funcionamiento de esta.Como en otros, en este artículo vamos a centrarnos en las estufas de exterior de gas.
Así puede llegar cierto día, en el que de repente queramos encender y el calefactor no responda o que encienda y se apague al poco tiempo. ¿Esta la estufa de exterior perdida? Normalmente no. ¡MUY IMPORTANTE! Si de repente mi estufa de exterior no enciende o se apaga al poco tiempo, el primer paso que vamos a realizar, antes de que pensemos en averías, es comprobar que no se ha quedado bloqueado el sistema de seguridad en caso de vuelco. Este sistema de seguridad que se suele encontrar en la parte del quemador, para prevenir riesgo de incendios, suele ser muy sensible y se activa por gravedad y con facilidad. Es normal que en algún movimiento, al trasladar la estufa o inclinándola, se pueda quedar bloqueado. En la situación de bloqueo el sistema obstruye el paso del gas de manera que no enciende o no va a mantener la llama. En el caso de que ocurra esto bastará con desbloquear este sistema, normalmente es mecánico y agitando enérgicamente la parte del quemador, por ejemplo, si hemos tumbado la estufa para poder cambiar un cristal o cualquier elemento de la misma, debemos volcarla para el lado contrario para desbloquear el sistema anti vuelco, el sistema se desbloqueará permitiendo la correcta salida de gas y la estufa volverá a rendir como siempre.
Pero, ya he comprobado el sistema de seguridad en caso de vuelco y la estufa no funciona. Entonces pensaremos que hay una avería. Y si es así, con total seguridad esta avería sea en el quemador, ya que es en esta pieza donde suelen residir todos los sistemas de la estufa. Ahora intervienen dos factores muy importantes: el periodo de garantía y el sistema técnico de atención al cliente de AQUAMILE.
Los quemadores suelen traer un periodo de garantía de 2 años por defecto de fabricación, durante este periodo, el quemador deberá ser reparado sin coste alguno si el motivo es éste. Como en la mayoría de productos el ticket o factura de compra suele hacer falta para comprobar el estado de validez de la garantía. Aun así, AQUAMILE incorpora en los quemadores números de serie con el que pueden ver cuando se fabricó ese quemador. El quemador que va a ser reparado por avería y está dentro del periodo de garantía, no puede estar manipulado por el cliente. En caso de que el cliente manipule dicha pieza automáticamente pierde la garantía.En el caso de que la garantía esté caducada podremos optar por comprar un quemador nuevo, para esta opción deberemos de contactar con la AQUAMILE. Ya dependiendo del precio del quemador, estudiaremos si merece la pena pagarlo o comprar una estufa nueva.
La mayoría de la veces el caso de la obturación del quemador es por un mal mantenimeinto de la misma, ya que cuando se termina la temporada de uso de la estufa se debe realizar una limpieza del circuito interno para evitar la deposición de subproductos de la combustión en la paredes interiores, lo cual con el tiempo obstruye la entrada del gas evitando su funcionamiento, en estos caso antes de comprar un quemador se puede realizar una limpieza y purgado del circuito interior, para esto lo mejor es contactar con el servicio técnico de AQUAMILE.
Profundizando un poco en los tipos de averías que encuentra un servicio técnico, normalmente la más general está en termopar. Esta pieza situada dentro del quemador es la que con el uso puede sufrir desgaste. Otras piezas que puede estar afectada, pero que es muy rara su avería son el chispero o los sistemas de seguridad.
Como mencionamos al principio el entorno que rodea a la estufa influirá en su funcionamiento. Al ser una herramienta de exterior, la zona geográfica en la que usemos la estufa determinará su vida y comportamiento. No será igual tener la estufa en una zona cerca del mar, donde las condiciones marítimas y de humedad pueden corroer más las piezas del quemador, que tenerla en una zona seca de montaña o llanura.
Por otro lado, hay varias casas que suministran bombonas de butano o propano, y dependiendo de la casa del gas podremos tener más o menos problemas en la combustión. La mayoría de las marcas de estufa recomienda usar gas propano, en detrimento del gas butano. Ya que las estufas se suelen usar en zonas de frio y el propano aguanta temperaturas más bajas que el butano, en su paso de gas a líquido.
Si la estufa se encuentra debajo de techos o árboles, polvo, hojas u otras partículas… pueden acabar dentro del quemador. Resguardar el calefactor cuando no se está usando o limpiarlo de estos elementos, son acciones que nos ayudarán a alargar la vida útil y evitar averías.
En resumen, si alguna vez no podemos encender la estufa, no nos desesperemos. Comprobemos que no está bloqueado el sistema de seguridad de anti vuelco, y si tenemos una avería acudamos al servicio técnico AQUAMILE, habrá solución para nuestro problema.